Formado en la escuela de hostelería de Santiago y en grandes restaurantes como «Casa Solla» y «El Amparo» entre otros.
«Estudié cocina sin ninguna convición y la verdadera vocación me llegó cuando conocí la cocina de Casa Solla, fue mi primer trabajo y también despertó mi curiosidad por la cocina de vanguardia.
Eso me llevó a otros restaurantes de España. Y hoy baso mi cocina en el buen gusto y el sentido común, no pretendo ser creativo y mantengo mi cocina a caballo entre lo tradicional y las vanguardias.»